Los “Leones del Atlas” vencen 0-2 a Argentina en Chile y confirman el gran momento del futbol marroquí tras su éxito en Qatar 2022.
El crecimiento del futbol marroquí es una realidad. No fue casualidad que su selección mayor llegara a semifinales en Qatar 2022: el trabajo estructural desde las categorías inferiores ahora da frutos visibles. Este domingo, la selección Sub-20 de Marruecos escribió una nueva página dorada al coronarse campeona del mundo en Chile, tras vencer 0-2 a Argentina, la máxima ganadora en la historia del torneo.
En el Estadio Nacional de Santiago, el mismo escenario donde la Albiceleste perdió la final de la Copa América 2015, el futbol volvió a darle un golpe doloroso. Argentina, que se había mostrado sólida y sin recibir goles en las fases previas, fue sorprendida por un equipo marroquí que combinó intensidad, orden táctico y técnica depurada para quedarse con el título.

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El futbol africano del norte tiene un nuevo referente. Hasta ahora, el protagonismo en torneos juveniles siempre había pertenecido a potencias como Nigeria, Ghana o Camerún, pero Marruecos rompió con esa tendencia y se consagró como campeón del mundo, consolidando su avance en todos los niveles del balompié internacional.
Argentina, confiada en su jerarquía, se topó con una escuadra que no solo corre y presiona, sino que también sabe jugar con inteligencia. Los marroquíes demostraron madurez, criterio y corazón para superar a un rival que creyó tener el campeonato asegurado solo por portar una camiseta histórica.
LA PROMESA QUE SE VUELVE REALIDAD
Los jóvenes “Leones del Atlas” fueron fieles a su estilo: defensa firme, medio campo equilibrado y delanteros veloces capaces de definir en cualquier momento. En una acción clave al minuto 12, Yassir Zabiri peleó un balón entre un defensa y el portero argentino Santino Barbi; cayó dentro del área tras una falta, y aunque el árbitro Maurizio Mariani no marcó penal, el propio Zabiri aprovechó el tiro libre posterior para abrir el marcador con un potente disparo al poste del guardameta.

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Lejos de conformarse, Marruecos mantuvo el ritmo y castigó los errores argentinos. Al minuto 30, Othmane Maamma desbordó por la derecha y mandó un centro perfecto que Zabiri remató de aire para marcar un auténtico golazo y sentenciar el encuentro.
El doblete de Zabiri valió un campeonato histórico. Argentina, desesperada, realizó ajustes antes del descanso, pero la historia ya estaba escrita: Marruecos resistió con solidez y levantó su primer título mundial Sub-20, confirmando que su proyecto futbolístico no es una moda, sino una promesa convertida en realidad.