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Este fin de semana la Fórmula 1 corrió en Monza, Italia con el formato sprint, que suele dividir a los fanáticos por sus diferencias al tradicional. Las prácticas, clasificación y carrera dieron pistas de lo que pasaría en la competencia del domingo: buenos desempeños, luchas anunciadas en toda la temporada, sanciones y sorpresas.
Mercedes tuvo un buen desempeño en general, a la cabeza y marcando tiempos altos que fueron bajando. Uno de los mayores problemas para todos en la Q2 fue el tráfico causado por la salida de los monoplazas al mismo tiempo; las escuderías Alpine y Aston Martin fueron penalizadas por sacar a Esteban Ocon y Sebastian Vettel en un momento en el que Lewis Hamilton también salió, por lo que la sanción fue de 5,000 dólares respectivamente.
A pesar de que Valtteri Bottas tuvo un buen papel en la clasificación del sábado, largó desde el fondo por una penalización al cambiar su motor, por lo que se respetó su resultado, pero no para la carrera principal. Tras los resultados de este día los puntos se repartieron de la siguiente manera: Bottas 3, Verstappen 2 y Ricciardo 1.
La carrera
La parrilla de salida estaba lista, personalidades como Usain Bolt y Vin Diesel se hicieron presentes en la ceremonia donde sonó el himno italiano y hubo show con aviones. Todos estaban listos para largar, menos Pierre Gasly, quien lo haría desde el pit lane y Yuki Tsunoda, que ya estaba formado, pero se retiró a boxes y finalmente ninguno corrió este fin de semana.
El inicio de la competencia fue tomado por el australiano Daniel Ricciardo, quien superó y mantuvo mucho tiempo a Verstappen detrás, pues fue difícil que pudiera rebasarlo debido a la turbulencia que se producía, incluso con los esfuerzos de Max no fue fácil tomar ventaja.
De esta manera fue hasta la vuelta 23 que el piloto de McLaren fue llamado a boxes para cambiar las llantas, dejando al holandés como líder, aunque éste hizo lo mismo y cambió gomas medias por duras. Desafortunada fue mala parada, pues duró 11 segundos, caso raro para Red Bull.
El equipo comandado por Zac Brown mostró un desempeño muy bueno, ya que Lando Norris permaneció entre los primeros lugares y también estuvo a la cabeza durante algunas vueltas. Mientras esto pasó, el campeón del mundo, Lewis Hamilton fue llamado a pits para obtener un juego nuevo de neumáticos medios.
Durante el desarrollo de la carrera, ya se habían visto acercamientos entre Mad Max y Hamilton, pero en la vuelta 26 ninguno cedió, ambos iban sobre la pista con una distancia casi inexistente, peleando por la ventaja y tras un acercamiento mayor salieron directo a la arena, quedando dramáticamente el monoplaza de Verstappen sobre el de Lewis. El halo hizo cumplió su función una vez más.
Sin dudarlo, el hijo de Jos Verstappen salió del auto y enseguida regresó al garage sin dudarlo o mirar atrás. Mientras, el británico ignoró los llamados por radio de su equipo y se tomó un poco más de tiempo para retirarse, no sin antes dar un vistazo a los daños causados. Por supuesto, esto trajo de vuelta los recuerdos por las peleas Prost–Senna.
La bandera amarilla por el suceso cambió a verde y permitió que la carrera continuara, con la misma emoción aunque con bastantes penalizaciones de por medio. Entre los afectados que perdieron 5 segundos: Giovinazzi por cruzar con Leclerc, donde el italiano perdió su alerón, Mazepin por llevarse un elemento en el circuito y Pérez por salir de la pista en la curva 5.
Las últimas 20 vueltas siguieron su curso con los nervios de ver qué más pasaría, incluso cuando el piloto de Hass, Nikita, abandonó a 10 giros de terminar tras detenerse pasando la chicana Ascari y fue retirado por los mariscales sin mayor problema.
Para el tramo número 53 los primeros cinco lugares quedaron de esta manera: 1. Ricciardo, 2. Norris, 3. Pérez, 4. Bottas y 5. Leclerc. La bandera a cuadros bajó y marcó la victoria para el piloto que suele tomar champaña de su bota, mientras que para el mexicano Checo significó bajar a la quinta posición, debido a que no hizo parada en pits para pagar la penalización.
Finalmente los protagonistas del podio protagonizaron el clásico baño de champaña, Ricciardo tomó de una de sus botas, mientras su compañero Norris y el jefe Brown lo hicieron de la otra. Ahora habrá que esperar más sorpresas, la siguiente parada es en Sochi, Rusia el 26 de septiembre.
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